Esta semana la ciudad está maravillosa para disfrutar de ella. Nos está acompañando un tiempo espléndido, como en un mes cualquiera de verano. La calles se llenan de gentes, algunas de la propia ciudad y otras de fuera que han venido a pasar unos días.
Se huele a verano en sus calles, vestidas de color de primavera y de olor a verano. El paseante disfruta del paseo por sus calles, haciendo sus compras o simplemente dejándose llevar. El olor a comida despierta ese sentido que tanto tiempo llevaba dormido. Es la hora de comerse un buen helado o tomarse algo frío y disfrutar de la luz del sol y de la brisa marina.
Miro al reloj y todavía son las ocho, no importa queda mucho día por delante y la suerte nos acompaña. Es la antesala a las primeras vacaciones del año, merecidas después de tanto esfuerzo. Mañana será otro día cargado de emociones, otro día para poder disfrutar de la gente que se quiere, otro día para soñar y hacer realidad los sueños.
Se huele a verano en sus calles, vestidas de color de primavera y de olor a verano. El paseante disfruta del paseo por sus calles, haciendo sus compras o simplemente dejándose llevar. El olor a comida despierta ese sentido que tanto tiempo llevaba dormido. Es la hora de comerse un buen helado o tomarse algo frío y disfrutar de la luz del sol y de la brisa marina.
Miro al reloj y todavía son las ocho, no importa queda mucho día por delante y la suerte nos acompaña. Es la antesala a las primeras vacaciones del año, merecidas después de tanto esfuerzo. Mañana será otro día cargado de emociones, otro día para poder disfrutar de la gente que se quiere, otro día para soñar y hacer realidad los sueños.
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